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¿Cuál es la diferencia entre hojalata y chapa galvanizada?

Hojalata

Es una lámina de acero con bajo contenido de carbono recubierta con una fina capa de estaño, cuyo espesor suele oscilar entre 0,4 y 4 micrómetros, con pesos de estañado de entre 5,6 y 44,8 gramos por metro cuadrado. El recubrimiento de estaño proporciona un aspecto brillante de color blanco plateado y una excelente resistencia a la corrosión, especialmente cuando la superficie permanece intacta. El estaño es químicamente estable y no tóxico, lo que lo hace seguro para el contacto directo con alimentos. El proceso de producción consiste en galvanoplastia ácida o estañado por inmersión en caliente, a menudo seguido de pasivación y aceitado para aumentar su durabilidad.

chapa galvanizada
Es acero recubierto de zinc, aplicado mediante galvanizado por inmersión en caliente o electrogalvanizado. El zinc forma una capa protectora que ofrece una resistencia superior a la corrosión, especialmente en ambientes exteriores o húmedos, gracias a su efecto de ánodo de sacrificio. Esto significa que el zinc se corroe preferentemente, protegiendo el acero subyacente incluso si el recubrimiento está dañado. Sin embargo, el zinc puede filtrarse en alimentos o líquidos, lo que lo hace inadecuado para aplicaciones en contacto con alimentos.
En la siguiente tabla se resume una comparación de las propiedades clave:
Aspecto
Hojalata
Chapa galvanizada
Material de recubrimiento
Estaño (blando, de bajo punto de fusión, químicamente estable)
Zinc (más duro, químicamente activo, forma un efecto de ánodo de sacrificio)
Resistencia a la corrosión
Bueno, depende del aislamiento físico; propenso a la oxidación si el revestimiento está dañado.
Excelente, protege incluso si el revestimiento está dañado, duradero en condiciones adversas.
Toxicidad
No tóxico, seguro para el contacto con alimentos.
Posible lixiviación de zinc, no apto para contacto con alimentos.
Apariencia
Brillante, de color blanco plateado, adecuado para impresión y recubrimiento.
Gris opaco, menos agradable estéticamente, no ideal para fines decorativos.
Rendimiento de procesamiento
Suave, adecuado para doblar, estirar y formar; fácil de soldar.
Más duro, mejor para soldar y estampar, menos dúctil para formas complejas.
Espesor típico
0,15–0,3 mm, los tamaños comunes incluyen 0,2, 0,23, 0,25, 0,28 mm
Láminas más gruesas, a menudo utilizadas para aplicaciones de trabajo pesado.
Aplicaciones en latas y cubos
Al fabricar latas, especialmente envases para alimentos y bebidas, la hojalata es el material predilecto. Su inocuidad garantiza el contacto directo con alimentos y su aspecto brillante la hace ideal para envases decorativos. Tradicionalmente, la hojalata se utiliza para estructuras de latas de tres piezas formadas mediante soldadura y laminación, y también puede emplearse para perforar y embutir latas. Sus aplicaciones más comunes incluyen latas de alimentos enlatados, bebidas, té, café, galletas y leche en polvo. Además, se utiliza para tapar botellas y frascos de vidrio, lo que aumenta su versatilidad en la industria del envasado.
Por otro lado, la lámina galvanizada se usa más comúnmente para cubos y otros contenedores que requieren durabilidad en exteriores o entornos hostiles. Su recubrimiento de zinc proporciona una resistencia duradera a la corrosión, lo que la hace adecuada para aplicaciones como cubos, contenedores industriales y envases no alimentarios. Sin embargo, su dureza y el potencial de lixiviación de zinc la hacen menos adecuada para latas de alimentos, donde la hojalata es la opción estándar.
Consideraciones de costo y mercado
La hojalata generalmente tiene un mayor costo de producción en comparación con la chapa galvanizada, principalmente debido a su costo y a la precisión requerida en su aplicación. Esto encarece la hojalata para el envasado de alimentos y la electrónica de alta precisión, mientras que la chapa galvanizada resulta más rentable para la construcción a gran escala y aplicaciones industriales. A junio de 2025, la oferta y la demanda del mercado seguían influyendo en los precios, y la hojalata experimentó una mayor demanda en el envasado de alimentos debido a las normas internacionales de seguridad alimentaria.

Tanto la hojalata como la chapa galvanizada son materiales a base de acero que se utilizan para fabricar latas y cubos, pero presentan diferencias en sus recubrimientos y aplicaciones:

Hojalata: Recubierta de estaño, es atóxica e ideal para latas de alimentos, ofreciendo buena resistencia a la corrosión y apta para la impresión. Es blanda y fácil de moldear en formas complejas.
Lámina galvanizada: recubierta de zinc, proporciona una resistencia superior a la corrosión para uso en exteriores, como cubos, pero es más dura y menos adecuada para el contacto con alimentos debido a la posible lixiviación de zinc.

 

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Hora de publicación: 24 de junio de 2025